Ya desde el año 1225 antes de Jesucristo, se cita que Ramses III se hacía construir lagunas para mantener en ellas distintas especies acuáticas como nenúfares o lirios. Tambien hay documentos que hablan sobre este mismo tema y los Incas con una antiguedad superior a los 2.500 años. Por no hablar de las grandes obras maestras que en este campo han efectuado Japón y China. El hombre siempre ha querido rodearse de cosas bellas y las plantas acuáticas ofrecen un amplio abanico de posibilidades en este sentido.
Existen tres grandes grupos dentro de la oferta de este tipo de plantas y se clasifican según su ubicación en el estanque como:
Plantas de rivera o margen.
Plantas profundas.
Plantas flotantes.
Existe un cuarto grupo como son las plantas sumergidas. Este grupo digamos que su marco de utilización está mucho más indicado para acuarios y en él se incluyen especies que no son propiamente acuáticas, pero que por su característica varietal y su dureza soportan perfectamente largos períodos sumergidas bajo el agua, como por ejemplo el Ficus repens, Dracaena sp., Syngonium, Spatiphillum…).
Plantas de rivera o margen.
Plantas profundas.
Plantas flotantes.
Existe un cuarto grupo como son las plantas sumergidas. Este grupo digamos que su marco de utilización está mucho más indicado para acuarios y en él se incluyen especies que no son propiamente acuáticas, pero que por su característica varietal y su dureza soportan perfectamente largos períodos sumergidas bajo el agua, como por ejemplo el Ficus repens, Dracaena sp., Syngonium, Spatiphillum…).