Las plantas carnívoras son los vegetales que se nutren parcialmente de animales, en especial de insectos, que capturan ellos mismos. La razón de tal comportamiento exótico es generalmente que estas plantas están adaptadas a vivir en ambientes muy pobres en nutrientes tales como turberas, humedales, pantanos ácidos y laderas de piedra caliza. Se estima que hay alrededor de 600 especies de plantas que cumplen esta característica. Casi todas crecen en donde el suelo es ácido y pobre en nitrógeno asimilable; en estas condiciones, capturar insectos es una forma de obtener compuestos nitrogenados sin necesidad de sintetizarlos. Al mismo tiempo, las hojas verdes de estas plantas fabrican hidratos de carbono. El mecanismo de captura ocupa un espacio pequeño, y por ello las presas son, casi inevitablemente, insectos diminutos.
Puesto simplemente, para ser carnívora, una planta debe tener las siguientes tres características:
1. Atraer a la presa: (olor, color, néctar, etc.) 2. Tener adaptaciones específicas para atrapar la presa: (trampa de fosa, trampa bisagra, trampa del papel matamoscas, etc.) 3. Tener adaptaciones para utilizar la presa (enzimas digestivas, hongos simbióticos, bacterias, etc.).
Puesto simplemente, para ser carnívora, una planta debe tener las siguientes tres características:
1. Atraer a la presa: (olor, color, néctar, etc.) 2. Tener adaptaciones específicas para atrapar la presa: (trampa de fosa, trampa bisagra, trampa del papel matamoscas, etc.) 3. Tener adaptaciones para utilizar la presa (enzimas digestivas, hongos simbióticos, bacterias, etc.).
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